Una decisión perfecta, que parece ser la opción más racional en el presente, puede convertirse en un desastre en el futuro. No queríamos ser estúpidos o tratar de tomar malas decisiones. La mayoría de las veces, sacamos conclusiones precipitadas y nos apegamos a ellas porque carecemos del marco para tomar mejores decisiones. De lo que no nos damos cuenta es que las buenas decisiones simplemente se reducen a eliminar las malas opciones, y eso requiere hacer buenas preguntas.
Tomar decisiones consistentemente de alta calidad no está reservado para los pocos que nacieron con el arte de tomar decisiones. Esta es una habilidad que se puede aprender. Aprender a hacer las preguntas correctas mejorará en gran medida el éxito de todas sus decisiones futuras porque le impide tomar decisiones de las que finalmente se arrepentirá.
1. ¿Expuse correctamente el problema?
La forma en que estructura la declaración de su problema y lo que quiere de su decisión hace una gran diferencia. Plantear el problema asumiendo una determinada solución, comenzando con una hipótesis, o ignorando el problema más grande tratando de abordar los síntomas, siempre conducirá a malas decisiones. Determine si su problema está sesgado hacia una solución específica o comienza con algunas suposiciones. Asegúrate de que estás resolviendo el problema correcto.
2. ¿La decisión es reversible o irreversible?
Tomamos miles de decisiones a lo largo del día, y no todas merecen nuestra misma atención. Si bien las decisiones reversibles de bajo impacto pueden tomarse rápidamente, las decisiones irreversibles de alto impacto deben tomarse con mucho cuidado.
Jeff Bezos lo explicó en su carta anual a los accionistas de 2015: «Hay decisiones que son importantes, irreversibles o casi irreversibles (puertas de un solo sentido) y esas decisiones deben tomarse de manera metódica, cuidadosa, lenta, reflexiva y negociada. y no te gusta lo que ves del otro lado, no puedes volver a donde estabas. Podemos llamar a estas decisiones Tipo 1. Pero la mayoría de las decisiones no son Así que, son mutables, reversibles, van en ambos sentidos. «Si tomas una decisión subóptima de tipo 2, no tienes que vivir con las consecuencias por tanto tiempo. Puedes volver a abrir la puerta y entrar».
Distinga las decisiones reversibles de las irreversibles para determinar el proceso, el tiempo, el esfuerzo y la estrategia necesarios para tomar esa decisión.
3. ¿Qué tan importante es esta decisión para mí y por qué?
Comprender por qué esa decisión es importante para usted o cómo le afecta la decisión equivocada puede ser una poderosa motivación para revisar su proceso. Le permite ir más allá de las opciones obvias y simples a otras opciones que pueden parecer difíciles al principio, pero que son más prometedoras y se adaptan mejor a su problema. Determine su participación en la decisión y pregúntese por qué realmente le importa tomar la decisión correcta. Separe su identidad de sus pensamientos y concéntrese en tomar las decisiones correctas. Porque al final lo que importa es tomar la decisión correcta, no que tengas razón.
“Mantén tus decisiones, pero sé flexible en tu enfoque.” – Tony Robbins
4. ¿Cuánto estoy dispuesto a pagar para retrasar esta decisión?
Retrasar las decisiones es una de las estrategias más comunes para evitar enfrentarnos a nuestros verdaderos miedos. El miedo es un sentimiento muy real que puede causar estragos en nuestras vidas si no se controla. El miedo puede hacernos imaginar los peores escenarios altamente improbables y usarlo como una excusa para no actuar.
Entrar en parálisis de análisis al encontrar más y más información o evitar decisiones por temor a tomar una decisión equivocada puede impedir que aproveche la oportunidad correcta en el momento correcto. El costo de la indecisión suele ser mayor que el costo de tomar una decisión equivocada.
Deshazte de los miedos innecesarios que pueden detenerte definiéndolos. Compare el costo de retrasar una decisión con el peor de los casos que podría suceder. Luego, fije una fecha razonable para tomar una decisión y trabaje hacia atrás a partir de ella para que pueda terminarla a tiempo.
5. ¿Cuáles son las diferentes opciones?
Debido al sesgo de confirmación, interpretamos y recopilamos datos de forma selectiva para que coincidan con nuestras creencias mientras rechazamos otras posibles alternativas. Hacer esta pregunta hace esperar más de una posible solución. Le dará la idea de explorar explicaciones alternativas.
Annie Duke, ex jugadora profesional de póquer y autora de Thinking About Betting, escribe en su libro: «Una decisión no es excelente porque tiene un gran resultado. Una gran decisión es el resultado de un buen proceso que debe implicar tratar de representar con precisión nuestro propio estado de conocimiento. Este estado de conocimiento, a su vez, es una variante de la que no estoy seguro”.
En lugar de tratar de tomar una decisión cuando estás 100% seguro, acepta la incertidumbre. Evaluar diferentes opciones basadas en la probabilidad de que ocurra un resultado particular. Incluye las opiniones de los demás. Su experiencia y el conocimiento de quienes lo rodean determinarán la precisión de su evaluación.
6. ¿Cuál es el futuro de esta decisión?
La mayoría de las veces, pensamos en tomar decisiones un paso adelante sin evaluar el posible impacto futuro de cómo tomamos decisiones. Hemos intentado optimizar para obtener pequeñas ganancias hoy, mientras ignoramos las posibles desventajas futuras de esta decisión.
Al comprender las consecuencias de sus decisiones, puede alejarse de elecciones de las que luego se arrepentirá. Al incorporar su futuro en su proceso de toma de decisiones y visualizar cómo se desarrollarán las decisiones, puede evitar situaciones evitables.
Una vez que incorpore estas preguntas en su proceso de toma de decisiones, notará una gran mejora en la calidad de sus decisiones. Si bien dominarlas y desarrollarlas requiere práctica, darse cuenta de los cambios sutiles en su proceso de pensamiento que desencadenan estas preguntas lo ayudará a tomar mejores decisiones.
La información expuesta en este artículo es de índole informativo, se recomienda siempre comparar información con otras fuentes de internet, antes de tomar una decisión sobre cualquier aspecto.