La infidelidad tiene la extraña habilidad de inspirar una fuerte necesidad de venganza. Para muchos cónyuges, esta es la primera vez en sus vidas que han sido traicionados tan gravemente. Todos hemos escuchado el ejemplo de un amante despreciado que ofrece engaño a cambio. La venganza es una emoción tan humana como el amor mismo, tiene sus raíces en la autopreservación, lo que la convierte en una emoción difícil de ignorar. Muchos psicólogos dicen que el impulso de buscar venganza es primario y, por lo tanto, instintivo. Pero, ¿hay algún beneficio en actuar sobre este impulso? La respuesta es casi siempre un no rotundo. Hacer trampa por retribución puede empeorar las posibilidades que tiene nuestro matrimonio de sobrevivir a la infidelidad. Las razones son las siguientes:
La venganza es muy útil en deportes o competiciones. Es divertido ver a los desvalidos odiados vencer a sus opositores odiados. Sin embargo, en el amor, no hay ganadores. Engañar a los cónyuges en venganza por su infidelidad resultará en dos perdedores. Si crees que hacer trampa en retribución les enseñará una lección, lo más probable es que solo les haga sentir que están haciendo lo correcto.
Buscar retribución solo impedirá que usted y su cónyuge aborden la fuente del problema. Hablar de problemas en el matrimonio es una conversación muy difícil y buscar venganza es la salida más fácil. En lugar de confrontar nuestras emociones admitiendo ante nuestros cónyuges cuán profundamente nos lastiman, cuán enojados estamos y cómo es posible que suceda tal cosa, imitamos su comportamiento para mostrarles cómo nos sentimos. El resultado es una relación severamente dañada con muchas barreras para la recuperación.
Después de múltiples infidelidades en mi matrimonio de 23 años, fue fácil para mi esposa vengarse o solicitar el divorcio en la cama de otro hombre. En lugar de eso, enfrentó sus emociones de frente y tuvimos conversaciones muy profundas y difíciles sobre nuestro matrimonio y los problemas que esto conlleva. Ella elige ver si podemos enfrentar y resolver nuestros problemas, por lo que tiendo a hacer trampa.
A través de mis errores y defectos, a través del dolor y sufrimiento de mi esposa, pudimos reconstruir nuestra relación con el poder del amor incondicional. Una base que nos permite sanar y corregir los problemas que enfrentan los matrimonios. Si mi esposa me traiciona en venganza, nunca podremos salvar nuestra relación ni darnos cuenta del potencial de nuestro matrimonio.
Si realmente amas a tu cónyuge, encuentra tu fuerza para eliminar la necesidad de venganza. Enfrenta tus emociones y comunícaselas a tu pareja. Finalmente, la infidelidad puede llevar su relación a un lugar de amor, fortaleza y posibilidad.
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