Habrá muchos contratiempos en tu camino hacia la vida de tus sueños. Siempre que persigas un objetivo digno, será difícil. Te caes muchas veces, y cada vez que te preguntas, «¿Esto es realmente para mí?» Habrá muchos desvíos, cada uno tratando de romperte. La forma en que responda a ellos determinará su éxito o fracaso en la vida.
Como cultura, estamos acostumbrados a encontrar soluciones simples. Creemos que la panacea que de repente nos traerá el éxito es reemplazar el ejercicio con pastillas para adelgazar, prefiriendo el camino fácil al más difícil pero más satisfactorio. Usamos alcohol y drogas para adormecer nuestros sentidos y evitar enfrentar la realidad. Tenemos miedo de enfrentar la adversidad, no enfrentarla de frente.
Cuando tenemos grandes metas o sueños en la vida, a menudo nos obsesionamos tanto con lograrlos que cada pequeña señal de adversidad se convierte en una carga. Cualquier cosa que no esté del todo bien es un problema y un golpe a nuestro ego. La mayoría de nosotros no podemos soportar el fracaso y la adversidad. Si fallamos una o dos veces, eso es todo.
Tiramos la toalla y nos culpamos por no ser lo suficientemente buenos, inteligentes o fuertes. Lo que no entendemos en esos momentos es que la adversidad no es algo malo. De hecho, a veces el fracaso es solo parte del proceso, lo que nos permite profundizar y descubrir nuestras verdaderas capacidades.
El éxito debe ser difícil
Es natural querer una vida fácil, ganar la lotería y relajarse en la playa todos los días hasta que mueras. No hay nada de malo en eso, siempre y cuando te sientas cómodo con no alcanzar nunca tu máximo potencial. Pero si quieres ver lo grande que eres, no hay forma de evitar la adversidad.
De hecho, ¡alcanzar tus metas debería ser difícil! A pesar del fracaso, debes luchar, caer y volver a intentarlo. ¡Tiene que ser difícil porque eso es lo que lo hace genial! Si fuera fácil, todo el mundo lo haría. Si ponerse en forma fuera fácil, todos caminarían con abdominales marcados y correrían una maratón. Si ser millonario fuera fácil, todos estarían disfrutando de la vida en sus yates en estos días.
Pero es difícil, y eso es lo que lo hace genial. Esa es la diferencia entre los que se comprometen en la vida y los que no. Si solo te interesa el éxito, trabajarás duro cuando sea conveniente. Mientras todo vaya bien, puedes trabajar para lograr tus objetivos. Pero una vez que la adversidad te golpea, te rindes.
Empiezas a poner excusas, a buscar razones que no funcionan para tu éxito ya culpar a la mala suerte oa alguien más por la falta de resultados. Si solo te interesa el éxito en la vida, nunca tendrás éxito porque cada victoria requiere alguna adversidad.
“El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal: lo que cuenta es el coraje de seguir adelante.” – Winston Churchill
Solo la adversidad te hace mas fuerte
Piénsalo, ¿alguna vez has crecido al resolver una tarea simple? ¿Alguna vez has dicho «wow, el último mes realmente me hizo sentir mejor» cuando todo iba bien y no había desafíos? Lo más probable es que no lo hagas. Eso es porque crecemos en medio de tormentas, no de calmas. No desarrollas nuevas habilidades cuando te sientes cómodo. Una zona de confort es un excelente lugar para quedarse por un tiempo, pero asegúrese de no quedarse demasiado tiempo o podría perder mucho crecimiento.
Mejorar tu mentalidad es como desarrollar músculo en el gimnasio; necesitas resistencia para hacerlo crecer. Si mantiene el mismo peso simple durante mucho tiempo, no hará ningún progreso. Pero si proporciona cambios y desafíos a sus músculos, se adaptarán y crecerán. Tu idea es la misma. Necesitas vencer cierta resistencia para que crezca. Entonces, la próxima vez que enfrente un desafío y no logre siquiera un gran objetivo, mírelo como una oportunidad para aumentar su fortaleza mental y mejorar sus posibilidades de éxito la próxima vez.
«Desarrolla el éxito a partir del fracaso. La depresión y el fracaso son los dos peldaños más seguros hacia el éxito». Dale Carnegie
Aquí hay algunos pasos de acción a seguir:
- Abraza la adversidad. Esta es tu oportunidad de diferenciarte de aquellos que no quieren que sea tan malo como tú. ¡Úsalo para hacer crecer tu músculo mental y mejorar en el proceso!
- Analiza tus fracasos. Pregúntate por qué no estás logrando tus objetivos. ¿Es falta de esfuerzo o una estrategia equivocada? ¿Cómo puedes hacerlo mejor la próxima vez?
- No se acaba hasta que ganas. No importa cuántos fracasos y adversidades encuentres, ¡sigue persiguiendo tus sueños! Continúe creyendo en sus sueños y adaptándose a la retroalimentación hasta que lo logre. Sea flexible con las estrategias que utiliza, pero no con los objetivos que persigue. ¡No renuncies a tus sueños!
Al seguir estos pasos, podrá aceptar y manejar fallas de una manera más eficiente. Si el fracaso es definitivo o no, depende en última instancia de su capacidad para despegar, aprender de él e intentarlo de nuevo. Cuanto antes hagas esto, antes verás que tus sueños se hacen realidad.
¿Cómo se convirtió el fracaso en algo más grande para ti? ¡Deja tus pensamientos abajo!
Foto por Veinte Veinte Neto
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