El miedo es parte de la vida, una emoción dada por Dios. Con razón tememos muchas cosas que son esenciales para temer. En el lugar correcto, el miedo es un poderoso motivador y protector. El miedo se puede utilizar como una herramienta para ayudarnos a identificar problemas y resolverlos de manera efectiva. Es una bandera roja que nos advierte cuando algo necesita atención.
Cuando experimenta miedo, hay respuestas físicas, mentales y emocionales, que incluyen: latidos cardíacos acelerados, dificultad para respirar, mareos, ansiedad, pánico: sentirse impotente incluso cuando sabe que no es razonable.
El miedo y la ansiedad se generan cuando imaginamos lo peor. Desarrollamos nuestra imaginación para poder predecir el futuro para poder planificar con anticipación y evitar problemas. Este funciona, pero la imaginación descontrolada es una guarida de ansiedad y miedo que puede robarte la paz, la alegría y la vida.
El miedo y la duda son problemas comunes y ninguno de nosotros es invulnerable.están Comportamiento aprendido Porque no nacimos con ellos. Son contagiosos y se pueden pasar de uno a otro. Afectan su funcionamiento normal y le impiden hacer cambios positivos y duraderos en su vida.
Pero en algunos casos, el miedo se manifiesta en la vida de una persona, lo que revierte los efectos limitantes y debilitantes del miedo y lo convierte en un poderoso impulsor del logro. Superar las limitaciones personales.
El primer paso para resolver cualquier problema es admitir que tienes un problema. Sea cual sea el miedo por el que estés pasando, admítelo. Está bien sentir miedo, pero no está bien dejar que el miedo te controle. Aquellos que admiten tener un problema de miedo tienen más probabilidades de romper el control del miedo sobre ellos.
Determina si tus miedos son ficticios. Si es así, admítalo y niéguese a pensar en esos horribles pensamientos. Aquello en lo que vive la mente, lo magnifica y lo atrae. Eventualmente comenzará a creer que su horrible imaginación es real y actuará en consecuencia.
Si tu miedo es real, acéptalo y haz todo lo posible por cambiar las circunstancias que lo provocaron. Recuerda, el coraje no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de seguir adelante a pesar del miedo. Muchas veces, la solución a cualquier miedo es hacer lo que temes. ¡Es asombroso cómo la acción vence al miedo! ¡Darle una oportunidad!
Otra forma de reducir el miedo es usar pasos graduales para resolver el problema y analizar la situación a medida que avanza. Divide el problema en partes pequeñas y manejables. Ha procesado con éxito piezas pequeñas a resolución completa.
Recuerde, su sistema de creencias es la fuerza impulsora detrás de sus acciones y resultados. Si sus creencias están impulsadas por el miedo, pueden afectar su funcionamiento normal y evitar que realice cambios positivos y duraderos en su vida.
Si vences el miedo y la duda, vencerás el fracaso.
La información expuesta en este artículo es de índole informativo, se recomienda siempre comparar información con otras fuentes de internet, antes de tomar una decisión sobre cualquier aspecto.