Los mejores saben lo que quieren y actúan en consecuencia de manera consistente. Se centran en sus proyectos más importantes. Siguen mejorando sus habilidades. Sus mentes llenas de recursos crean los estados emocionales, las motivaciones y las creencias que los llevan al éxito. Su mentalidad los guía hacia los hábitos y acciones que producen los resultados deseados.
Para desarrollar una mentalidad ganadora, debes hacer estas 5 cosas:
1. Cree que tendrás éxito
Nuestras acciones son consistentes con nuestras creencias. Si crees que tendrás éxito, tomarás acciones efectivas que te acercarán a tus metas.
Evalúa las opciones disponibles para encontrar el camino a seguir más prometedor. Perseveras a través de los contratiempos porque estás seguro de que los superarás y continuarás tu viaje hacia el éxito.
Las personas responden de manera diferente a situaciones similares en función de sus creencias. Ante la adversidad, uno entiende que es parte normal del proceso, mientras que el otro se queja «nunca me va bien» y se da por vencido. La primera persona desarrolla un marco mental que permite respuestas productivas a los reveses.
Si cree que hay una respuesta a una pregunta desafiante, envía su cerebro para encontrar la respuesta. Te enfocas en las posibilidades y soluciones que te hacen avanzar. Por otro lado, si crees que el problema no tiene solución, diriges tu cerebro a buscar la mejor excusa.
Las creencias guían nuestro comportamiento. Podemos elegir las creencias que nos impulsan hacia nuestras metas, no las creencias que nos retienen.
«Actuaremos consistentemente sobre nuestra percepción de quiénes somos realmente, ya sea que esa percepción sea precisa o no». -Tony Robbins
2. Supera un obstáculo a la vez
Cuando estamos obsesionados con los resultados, nos apresuramos mentalmente a llegar a la meta. Con esta mentalidad, nos presionamos muchísimo para tener éxito. Somos adictos a todos los obstáculos que podemos enfrentar.
No aceptamos el progreso y el crecimiento graduales. Queremos un regreso rápido y exitoso. No podemos lidiar efectivamente con diez obstáculos a la vez. Nuestros cerebros no saben dónde enfocarse. Nuestra atención se distrae, nuestra energía productiva se disipa.
Sin embargo, podemos superar un desafío a la vez. Podemos analizar metódicamente cada desafío desde todos los ángulos. Entonces podemos desarrollar estrategias para enfrentar el desafío de la manera que tenga más probabilidades de éxito.
Estamos comprometidos a hacer planes y seguir adelante. El camino por delante es largo y los picos están apilados. Sin embargo, no necesitamos encontrar una solución a un problema antes de enfrentarlo.
Es posible desglosar el objetivo y centrarse en el próximo desafío. Esta mentalidad lleva a una acción consistente que conduce a un tremendo progreso con el tiempo.
3. Compite solo contigo mismo
Es valioso modelar la mentalidad, las estrategias y las acciones de aquellos que han logrado lo que buscamos. Al modelar, evitamos algunos de los errores que otros cometen en el camino hacia el éxito. Hemos descubierto un modelo probado que puede acortar el tiempo que nos lleva alcanzar nuestros objetivos.
Si bien aprender de los demás nos ayuda a crecer, competir mentalmente con ellos puede tener consecuencias perjudiciales. Cuando nos comparamos con los demás, buscamos personas más exitosas. Esto nos lleva a sentirnos inadecuados y dudar de nuestras capacidades.
Cuando cambiamos nuestro paradigma y competimos solo con nosotros mismos, magnificamos nuestro camino. Ya no nos importa lo que hacen los demás. Solo queremos mejorar el estado de ayer.
Nos enfocamos en mejorar nuestras habilidades y dotarnos de las herramientas necesarias para lograr nuestros objetivos. Medimos el éxito basándonos en puntos de referencia personales, no en cómo lo definen otros.
4. Comprométete con la mejor opción
A medida que tenemos más éxito, tenemos más oportunidades y demandas. Muchas de estas oportunidades son realmente buenas.
Si decimos que sí a la mayoría de las opciones, podemos estresarnos y abrumarnos rápidamente por la cantidad de trabajo y compromiso. Al decir no a las opciones que no cumplen con nuestros objetivos más importantes, nos damos la libertad y el espacio para comprometernos por completo con las mejores opciones.
Es difícil lograr metas ambiciosas. Alcanzar estos objetivos es mucho más difícil cuando tenemos tanto que hacer. Hemos logrado un progreso incremental en muchos proyectos, pero la mayoría no está terminado.
Involucrarse en varios proyectos grandes a la vez hasta que estén terminados puede conducir a grandes mejoras. Cuando hayamos terminado con ellos, podemos continuar y esperar el próximo conjunto de opciones increíbles. Podemos lograr todo lo que queramos. Simplemente no podemos lograrlo todo al mismo tiempo.
«El negocio tiene que estar involucrado, tiene que ser divertido y tiene que ejercitar tus instintos creativos». —Richard Branson
5. Desarrolla una mentalidad de crecimiento
Las personas exitosas creen en el crecimiento. Creen que sus habilidades mejorarán con la experiencia. Confían en que encontrarán las hojas de ruta, las estrategias y los recursos que producirán los resultados que desean.
En esta charla TED, Carol Dweck, Mentalidad: la nueva psicología del éxitoSe concluyó que una mentalidad de crecimiento conduce a una mayor participación en los desafíos, perseverancia, confianza y disposición para aprender de los errores.
Si tenemos la confianza para superar estos desafíos, aprenderemos de ellos y seguiremos intentándolo hasta que encontremos un curso de acción exitoso. Los rasgos asociados con una mentalidad de crecimiento son una receta para el éxito.
Dónde estamos hoy se vuelve irrelevante cuando elegimos una mentalidad de crecimiento en lugar de una mentalidad fija. Lo único que importa es hacia dónde vamos.
¿Cuál crees que es más importante cuando se trata de desarrollar una mentalidad ganadora? ¡Por favor, deje sus pensamientos en la sección de comentarios a continuación!
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